Tus pies te sostienen a diario, por eso es muy importante cuidar lo que te mueve. Para mantener unos pies de 10, lávalos todos los días y utiliza productos para el cuidado de los pies  como cremas, talcos o aerosoles del experto en pies, que los mantendrán protegidos de la sudoración, comezón, ardor y malos olores. Dicho esto, ¡comencemos con la rutina!

-Siéntate en un lugar cómodo y quítate los zapatos.

-Cierra los ojos durante un minuto. Inhala y exhala en respiraciones lentas y profundas. Respira por la nariz y exhala por la boca, expulsando tanto aire como puedas.

-Cuando te sientas listo, abre los ojos y enfoca tu atención en tu pie derecho. Tómate un momento para concentrarte en cómo se siente.

-Dobla la pierna derecha y apoya tu pie suavemente sobre tu muslo izquierdo. Sostén tu pie con ambas manos y “amásalo” con tus pulgares para estimular la piel y los músculos,

-Frótalo con delicadeza, masajea los dedos, el arco y presiona ligeramente toda la superficie del talón utilizando tus nudillos.

-Tensa lentamente los músculos del pie, apretando lo más fuerte que puedas. Mantenga la posición mientras cuentas hasta 10.

-Por último, cierra los ojos, relaja tu pie y concéntrate en la tensión que fluye mientras tiras suavemente de los dedos del pie hacia adelante y hacia atrás, separándolos uno por uno.

-Permanece en este estado relajado por un momento, respirando profunda y lentamente. Luego, repite la secuencia con tu pie izquierdo.

Esta rutina es tan sencilla y rápida, que puedes hacerla incluso en tu escritorio durante un descanso, en tu sofá al final de un día pesado o en tu cama para relajarte antes de dormir. Si deseas intensificar el efecto relajante, puedes usar aceite aromático o loción refrescante para pies.

La combinación del masaje con técnicas de respiración profunda te ayudará a mejorar la circulación, estimular los músculos, reducir la tensión en tu cuerpo y liberar el cansancio. Tus pies cargan con tu cuerpo y tus preocupaciones todos los días, ¡consentirlos te hará sentir muy bien!